En la ciudad de Palma de Mallorca hoy es la solemnidad de San Sebastián, mártir, patrono de esta ciudad: en el año 1523 llegó a Palma una reliquia del santo, acabando con una epidemia de peste que asolaba la ciudad. Mateo 10,28-33: «No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma… si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo». San Sebastián era militar, de la guardia presidencial o pretoriana del emperador Diocleciano, que perseguía a los cristianos, comienzos del siglo 4°. Por ser cristiano fue condenado a morir a flechazos; pero sobrevivió, cuidado por unas matronas cristianos. Restablecido, en vez de esconderse se presentó ante el emperador para reprocharle que persiguiera a los cristianos, y allí mismo Diocleciano lo hizo matar a golpes. Se puede decir que San Sebastián dio su vida por Cristo dos veces. Su testimonio nos ayude a tener una personalidad cristiana ante este mundo descreído: «Mi vida es Cristo, dice San Pablo, es Cristo quien vive en mí, y yo vivo por Aquél que me amó y se entregó por mí». Buenos y santos días nos dé Dios. Feliz fiesta de San Sebastián. 😇🥰💒🙏🏻👍