Retrobada 2025 en Muro: Emoción, memoria y espíritu vicenciano en un reencuentro inolvidable

La localidad mallorquina de Muro volvió a acoger, un año más, uno de los eventos con mayor carga afectiva para los antiguos alumnos de la Escuela Apostólica La Misión: la tradicional Retrobada. Esta reunión, que alcanza ya su vigésima sexta edición, se consolidó nuevamente como un espacio para la memoria, para el reencuentro y para renovar ese espíritu vicenciano que ha marcado a generaciones enteras.

Pero la edición de este 2025 no fue una más: estuvo marcada por una emotividad especial, una intensidad difícil de describir y un clima de hermandad que dejó huella en todos los asistentes. Desde el primer saludo hasta el último abrazo, la jornada se vivió con la sinceridad de quienes comparten una historia común y con la madurez que da el tiempo.

Un homenaje silencioso desde el inicio

La jornada comenzó con un recuerdo inevitable y sentido: la muerte de Jaume, hermano de Miquel Fiol Julià, natural de Biniali. Su figura estuvo presente en pensamientos y silencios, y su memoria fue honrada con respeto. En un encuentro donde cada año la fraternidad es protagonista, este gesto reafirmó la idea de que la Retrobada no es solo un acto social, sino también un espacio para acompañarse mutuamente en las luces y las sombras de la vida.

El nuevo Superior de la Misión: liderazgo renovado

Uno de los grandes protagonistas de esta edición fue el nuevo Superior de la Misión, el P. Miguel Sánchez Alba. Su llegada ha supuesto un impulso renovador para el grupo de exalumnos. Su capacidad oratoria, su enfoque pastoral cercano y su habilidad para fortalecer vínculos han sido percibidos con gratitud y entusiasmo.

Un ejemplo claro es el grupo diario de lectura evangélica y reflexión, que él mismo alimenta enviando textos de las Escrituras junto a breves comentarios que invitan a la introspección. Esta iniciativa ha tejido un lazo espiritual que une a los exalumnos más allá de la distancia física y del paso del tiempo. Como muchos expresaron ese día, «la misión vuelve a sentirse viva en lo cotidiano».

El Encuentro de la Emotividad

Podría decirse que este año la Retrobada tuvo un subtítulo propio: “El Encuentro de la Emotividad”.
Los motivos fueron numerosos, y todos convergieron en un clima profundamente humano:

  • La DANA que afectó a la zona de Valencia, recordando a varios exalumnos residentes allí.
  • La muerte de la hermana del P. Tomeu Alomar.
  • El emotivo relevo en la administración del grupo, tras 40 años de servicio de Jesús González Capel, quien cedió la responsabilidad a Toni Gomila Perelló.

Había lágrimas discretas, abrazos largos, manos que se estrechaban con fuerza y palabras pronunciadas con una sinceridad que solo surge en momentos especiales. La emotividad, lejos de entorpecer la celebración, se convirtió en un motor que hizo más auténtico el reencuentro.

La Eucaristía: el corazón del Encuentro

Como cada año, la Eucaristía fue el centro espiritual de la jornada. La misa, celebrada en Muro, estuvo presidida por el P. Miguel Sánchez Alba y concelebrada por los PP. Pedro Gómez, Bartolomé Alomar y Samuel Finley.

Los cantos y lecturas, dirigidos con profunda sensibilidad por Joan Martorell, aportaron solemnidad y belleza a la ceremonia. Fue un momento para recordar a los familiares y exalumnos fallecidos durante el año, así como para rezar por quienes atraviesan dificultades de salud. La atmósfera que se creó en el templo fue de una serenidad cálida que invitaba a la esperanza.

Particularmente emotivo fue el recuerdo dirigido a los antiguos compañeros valencianos afectados por la DANA. Nombres como Paco Costa, los hermanos Salvador y Emilio Pujades o José Sanchis resonaron en la memoria colectiva, reavivando los lazos que el tiempo jamás ha logrado deshacer.

Un viaje a las raíces: memoria en estado puro

Uno de los aspectos más entrañables de la Retrobada es su capacidad para reconstruir, por un día, la geografía emocional de la infancia.
Basta una mirada cómplice o una frase suelta para que regresen, como un álbum fotográfico que cobra vida, aquellos recuerdos compartidos:

  • Los interminables partidos de fútbol y las sesiones de patinaje en el patio.
  • Las salidas con el P. Satorres, caminando hasta el emblemático “pi”.
  • Las carreras de caballos y galgos que tanto impresionaban a los jóvenes estudiantes.
  • Las visitas al campo del Mallorca para ver entrenamientos y algún que otro partido.
  • Las caminatas hasta el Coll d’en Rabassa para nadar, ida y vuelta incluidas.
  • Las meriendas y torradas en el Castillo de Bellver.
  • Las obras de teatro que despertaron talentos y vocaciones.

La Retrobada es, en este sentido, un ejercicio de memoria colectiva. No se trata de nostalgia vacía, sino de la celebración de un pasado que sigue aportando identidad, valores y afecto a quienes lo vivieron.

La comida: el tercer tiempo del encuentro

Después de la misa, los asistentes se trasladaron al restaurante S’Arcada, donde se celebró el tradicional almuerzo que completó la experiencia del día. Participaron 43 personas, entre ellas Gabriel Server —murero afincado en Alicante— y José Hervás Perelló, llegado desde Valencia.

En un ambiente distendido, entre conversaciones que mezclaban anécdotas y reflexiones, se llevó a cabo la colecta anual. Toni Ferrer Gelabert y Antonio Mulet Coll fueron los encargados de pasar la tradicional bolsa, reuniendo 385 euros. De ellos, 300 se destinaron al mantenimiento de la página web del grupo, El resto, 85 euros, iba destinado a la escuela de niños marginados que “Amigos para Siempre” sostiene en Honduras.

Al considerar insuficiente la cantidad destinada al proyecto solidario, el administrador de la web decidió sumar una donación personal de 50 euros, elevando la aportación total a 135 euros. Como siempre, se recordó que quienes deseen contribuir pueden hacerlo poniéndose en contacto con Toni Gomila Perelló.

Un grupo que sigue creciendo: la importancia de la web

Se aprovechó también el almuerzo para recordar la necesidad de seguir alimentando la web del grupo, un espacio que recoge fotografías, testimonios, relatos, reseñas históricas y material diverso que ayuda a preservar el legado común. Se invita a exalumnos, misioneros y simpatizantes a colaborar con textos, imágenes o cualquier otro contenido que consideren valioso. La web, más que una plataforma informativa, es un archivo vivo de la historia compartida.

Despedidas que abren caminos

Como es tradición, la Retrobada concluyó con un “penúltimo abrazo” cargado de promesas para el próximo año. Con la emoción todavía reciente, muchos coincidieron en la importancia de involucrar a más exalumnos para que la tradición no pierda fuerza. Especialmente se anima a las generaciones más jóvenes, herederas directas del espíritu vicenciano, a sumarse y mantener viva esta cadena de fraternidad.

Preparando el Encuentro 2026

Ya se ha fijado la fecha para el próximo encuentro: sábado 7 de noviembre de 2026, en la Iglesia de la Misión, en la Calle de la Misión de Palma. La invitación está abierta y la misión es clara: localizar a antiguos compañeros que nunca han asistido o que dejaron de hacerlo. Todos son necesarios para que la familia vicenciana siga creciendo.

Un reconocimiento merecido

La Retrobada de este año tuvo un momento especialmente emotivo: el homenaje a Jesús González Capel, quien durante casi tres décadas ha dedicado tiempo, esfuerzo y cariño a mantener vivos los encuentros anuales. La placa entregada en Muro recogía una dedicatoria que emocionó profundamente al homenajeado:

“La agrupación de los Estudiantes de la Escuela Apostólica La Misión de Palma de Mallorca (1891-1971), en agradecimiento y homenaje al compañero Jesús González Capel por su compromiso y dedicación con el fin de reunir a la familia vicenciana en los Encuentros anuales desde el año 1998 al 2025 y mantener vivo el espíritu de San Vicente de Paúl de especial atención a los pobres.”

Muro a 15 de Noviembre de 2025

Un gesto sincero y merecido que quedó grabado en la memoria de todos los presentes.

Agradecimientos finales

La organización de la Retrobada es posible gracias al esfuerzo conjunto de muchas personas. Este año se destacó la labor de Toni Ferrer Gelabert, Joan Martorell Bauzà, Guillermo Font Fons, Damián Garí Horrach, Joan Horrach Colom, Tolo Verd, Toni Gomila Perelló y Rafael Sabater, entre otros. Su dedicación silenciosa es la que garantiza que este encuentro siga siendo un referente emocional y espiritual.

Correo de contacto para cualquier consulta

gomila.perello@gmail.com

 

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